Si has leído con atención los post anteriores de nuestro blog de venta de furgonetas isotermo serás perfectamente consciente de que la cadena de frío es básico para que los alimentos congelados mantengan sus propiedades originales. Hay que tener la certeza de que no se dan accidentes que puedan interrumpir ese proceso. A continuación vemos cómo saber si se ha roto y cómo descongelación de forma segura.

En la congelación, el objetivo es detener la acción bacteriana. Con una temperatura de -18 ºC se inhibe el crecimiento de microorganismos. En Alquiler Isotermo te recordamos que uno de los principales problemas de la congelación como método de conservación es el riesgo de que los patógenos desactivados se reactiven al descongelar los alimentos. Hemos de atender a determinadas pistas para saber si un alimento no se ha mantenido a la temperatura adecuada. Por ejemplo, si los envases tienen escarcha o cristales de hielo, quiere decir que se ha producido una descongelación parcial y una nueva congelación. Recuerda que, si un alimento que ya ha sido descongelado se congela de nuevo, se está congelando algo que ya ha podido empezar a deteriorarse. Por lo tanto, romper la cadena de frío puede alterar la calidad de los alimentos y aumentar el riesgo de intoxicaciones alimentarias.

Hay que tener en cuenta además que un producto bien congelado (menos de -18 ºC) es poco probable que se descongele completamente en menos de 90 minutos. Es decir, otro de los factores determinantes para establecer si existe riesgo o no es el tiempo. Si vemos que el contenido no permanece suelto sino que se han formado bloques apelmazados querrá decir que ha habido una descongelación parcial y que se ha podido romper la cadena del frío. En el caso de los helados, deberán saltar las alarmas si pierden cremosidad y aparece una capa de hielo.

Entonces, ¿cómo descongelar un alimento correctamente? Cuanto más lentamente se haga mejor. Aunque muchas personas lo hagan, no es para nada recomendable hacerlo a temperatura ambiente. Esto hace que primero se descongele la superficie del alimento quedando una capa de agua que favorece el desarrollo de las bacterias. Lo mejor y más seguro es hacerlo en la nevera ya que, a temperaturas de refrigeración de entre 4 ºC y 5 ºC, el crecimiento de las bacterias es muy lento.  Como broche final, insistimos en que un alimento descongelado no puede volver a congelarse nunca, a no ser que se haya cocinado a más de 70 ºC.

Categories:

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *